martes, 29 de diciembre de 2009

¿Cómo lograr que alguién te quiera y te olvide en solo 45 días?

Era noviembre, luego de casi dos años de haber terminado la relación más importante de mi vida –hasta ahora claro está- y de algunas salidas furtivas con especímenes extraños, entre los dulces, los decididos, los pendejos, los que conocí en un bar y quisieron pedirme mi número y la dudé y decidí no hacerlo hasta aquel amigo de años que resultó ser solo eso solo un amigo sin querer llegar a más; entre esas idas y regresadas un 13 de noviembre conocí a alguien.

Ese viernes no había ido más linda que nunca. No. Estaba con un vestidito y con unos leggins, botas y el cabello lacio, casi como un día cualquiera, él estaba a menos de 2 metros y sonreía. No era la primera vez que lo veía, pero sí la primera vez que pude conversar con él. Me ofreció algo de tomar, conversamos, nos reíamos, y me tuve que ir.

Durante la semana, me las ingenié para verlo el fin de semana, sin mucho alboroto, solo tratando de cruzar casualidades, lo vi, bailamos, nos miramos y nos besamos, no dudé en hacerlo, sentía que estaba haciendo lo correcto.

A partir de ese día mis días amanecían soleados, con un mail en mi bandeja, con un mensaje en mi celular, con varias alertas al nextel, con holas por la mañana y buenas noches en las madrugadas después de horas de conversa.

Todo era mágico, me quería presentar a su familia, a sus amigos, hacíamos planes, me hacía sonreír, me decía “Reina”, me hacía soñar, me hacía volar. Él es aventurero, vive el día a día, es mayor que yo por 6 años, definitivamente a tenido más relaciones amorosas que yo y piensa por ende que sabe más que yo, excéntrico, libre, decidido, conversador, bromista, dice confiar en las personas.

Dentro de mis miedos guardados por aquella relación pasada y por las furtivas que tuve, aprendí a guardar mis sentimientos, aflorarlos poco a poco, a desconfiar; no sé por qué pero con él todo estaba cambiando, con él podía ser como quería ser, saltaba como loca mientras bailaba, le contaba mis secretos, mis sueños… pero cometí el error de no contarle todos mis miedos.

Él me daba seguridad, sentía que me ponía un cinturón de seguridad que me estaba uniendo cada vez más a él.

Un día planeamos una salida con una pareja de amigos suyos, terminamos en la casa de una chica que celebraba con un Luau muy divertido su cumpleaños. Nos quedamos ahí, bailamos, saltamos, nos besamos, fuimos nosotros. Salimos de ahí, después de unos tragos más con dos parejas de amigos suyos, se hizo tarde y estaba amaneciendo… en mi cabeza solo guardaba las imágenes de una noche increíble.

Antes de despedirse, él me dijo: Sandra, no sabes cuánto me gustas y quiero que esto sea grande, quiero estar contigo. Quisiera saber si tu solo quieres que sea tu ‘brother’ o quieres que sea tu enamorado”.

Me tomó por sorpresa, porque recordaba que él me dijo que íbamos a salir para conocernos, para que todo sea perfecto, sí perfecto, me imaginaba el momento en el cual él me pidiera ser su enamorada distinto, más especial y mágico, sí lo sé cursi, pero él me lo había prometido.

Mi respuesta fue: “D, yo te quiero, pero no sé siento que falta algo”, y no me dejó explicarle más, con esa estúpida frase, ahora me digo a mí misma estúpida porque siendo una señorita abogada, en ese momento, no se me ocurrió más que esa frase, pudiendo esquematizar mis ideas de una manera más ordenada y sencilla, NO, mi bocota solo se abrió y expectoró una frase lapidante que hizo que él dijera: ”Ok, entiendo perfectamente todo, ya estoy bastante grande para entenderlo”. No me dejó explicarle las cosas, no me dejó decirle que era lo que significaba ese “falta algo”, quería que pasará un poco más que me conociera más, que se esforzara un poco más, no lo sé.

Después, fueron los peores días, no me contestaba las alertas, las llamadas, los mensajes, los mails, desapareció se esfumó, así como apareció así se evaporó.

Luego de dos mensajes de voz míos, lastimosos para decir verdad, decidió verme, hablar, intentamos solucionar y hablar de lo que había pasado, tratamos de ponerle un curita gigantesca a la herida, pero fue inútil.

Él había cambiado conmigo, ya no habían mensajes, no había correos, no había alertas, solo una conversación en una reunión en la cual me dijo mis peores defectos, todo lo que no le gustaba de mí, me dijo que estaba confundida, me dijo entre otras cosas que dudaba que yo lo quería porque no era posible que me comportara de la manera que lo había hecho con él. En qué momento me quiso y en qué momento me dejo de querer, ¿me ha dejado de querer?, ¿tanto les disgusta mis defectos?, ¿tan mala persona soy?, ¿tan rápido puedo lograr que un chico se enamore y se desenamore de mí?, ¿en qué o quién me he convertido?

No sé si él tiene razón, pero tuve que acudir a la fuente más cercana, a mi ex, hablé con él, porque sigue siendo felizmente gran amigo mío y me abrió los ojos, me recordó la clase de mujer que soy y que si bien tengo unos cuantos que otros defectos, mis virtudes son muchas más, que aplastan mis defectos, que tengo varias actitudes que corregir, si nos las tuviera sería perfecta!, pero que no debo olvidarme de quién soy y que es lo que quiero.

Hoy amaneció soleado, estoy enferma, pero me sirvió para reflexionar, para escribir este post catártico, para decirle a él, si me está leyendo, que lo quiero que todavía lo hago, agradecerle por aparecer en mi vida, que me disculpe si hice algo malo, pero que recuerde quién soy, espero que haya conocido a una pequeña partecita mía y se dé cuenta que él también se equivocó y que no es perfecto.


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jueves, 17 de diciembre de 2009

Una Caja llamada Catalina

Pasaron tres semanas desde Francisco y Catalina habían estado juntos por primera vez, Catalina no sabía cómo decirle a Francisco que quería hacerlo de nuevo. Recordemos que Catalina era principiante en esos trotes, pero quería hacerlo nuevamente, sentía que habían quedado pendientes ciertas emociones, quería probar y seguir experimentando más de lo que había ocurrido esa madrugada en la casa de Daniela.

Sin embargo, los tres últimos fines de semana habían ido a tantas fiestas y reuniones los invitaban, a él no se le ocurría invitarla a un Hotel, y ella nunca había pisado uno, pero ya era momento. Cómo le decía que tenía ganas, ¿cómo?

Una noche en la casa de unos amigos, Catalina fingió ponerse un poco mal y le pedió a Francisco que se fueran, que ya no quería estar ahí. Francisco un poco molesto accedió, en realidad la reunión estaba entretenida, pero estar con sus amigos era lo último que quería en ese momento.

En la primera parada de semáforo, Francisco le preguntó:“¿Cómo te sientes?”, Catalina lo miró y sin decir una palabra, se acercó, respiró en sus labios, pasó su lengua por ellos, y suavemente besó su labio inferior, introdujo su lengua lentamente, hasta que el beso se convirtió en uno de esos apasionados, donde los límites se desdibujan.

Él no entendía que estaba sucediendo pero se dejó llevar por los impulsos de Catalina, mientras se besaban, las manos de ella lo tocaban fuertemente, hasta que de pronto decidieron bajar más y más, llegó hasta su entrepierna, y ya sentía algo duro ahí. En su cabeza se escuchaba su conciencia: “Sí, Catalina, lo conseguiste!

Le dijo: “Francisco, nos podemos ir a otro lado”, él no lo dudó ni un segundo, ella lo seguía tocando y provocando mientras manejaba, paró en un Hotel ubicado en alguna de las calles de San Borja. Se registraron, el pudor en ese momento la inundaba, temía encontrarse con alguien, pero sus morbos deseos eran más fuertes.

Tuvieron un sexo increíble, Catalina sentía que conocía lo que hacía, se liberó, tuvo un orgasmo por primera vez, él se dejó llevar por los movimientos circulares de la pequeña Cata, y solo gemía de placer. En ese momento Catalina se dio cuenta que verlo disfrutar lo que ella estaba haciendo era como una droga, la inundaba de placer y se esforzaba aún más.

Ahí se dio cuenta que Francisco había abierto una caja, una Caja de Pandora llamada Catalina.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Las aventuras de Catalina: Su primera vez

Catalina siempre pensó que su primera vez sería como en las telenovelas, era el referente más cercano de comparación que tenía. En el colegio se hablaba poco, en la universidad recién entendió más cosas y sus amigas en ese tiempo no hablaban del tema.

Todo empezó a los 19 años, su enamorado en ese entonces era Francisco, tenían juntos casi 6 meses y simplemente fue cuestión de tiempo.

Los besos ya habían pasado a un siguiente nivel, no era como antes, cada vez no podían controlar sus deseos, sentía que tenía guardado dentro de ella a una fiera dispuesta a devorar lo que encuentre en su camino. Francisco ya había estado con otras mujeres, él era mayor que ella.

Era sábado por la noche, Francisco la recogió de su casa, el destino: “La casa de Daniela – Era la fiesta sorpresa de su enamorado”. Llegaron tarde, vinieron los tragos, los bailes, la música con movimientos ondulantes, hasta que en un momento sintió que el trago se le había subido a la cabeza. En un momento de la noche, decidió subir al cuarto de Daniela a descansar un poco.

Solo bastaron 5 minutos para que Francisco subiera a ver cómo estaba, él también había sido víctima del alcohol, se recostó a su lado, la abrazó, empezaron los besos, hasta que de pronto … el cuarto de Daniela se convirtió en una campo de batalla sexual, voló el jean, los polos y las sábanas se caían por el suelo.

Solo pasaron diez minutos, Daniela, Gabriel y los demás empezaron a tocar la puerta, gritando: “¿Todo bien?”. Así fue como interrumpieron su primer encuentro sexual.

No hubo velas, no hubo música, fue corto y dolió un poco. Así fue su primera vez, nada especial.

martes, 15 de diciembre de 2009

Me gustaría envejecer a tu lado

Cuando el sol se desmorone sobre nuestras espaldas quisiera tenerte de nuevo entre mis brazos,

Y empezar a contar las arrugas que los años han dejado en nuestros rostros,

reconocer sus espacios y colorear sus surcos,

poder interpretar y recordar las pasiones desbordantes de nuestros años adolescentes,

es tan simple que quisiera poder mirarte nuevamente y reconocer tus ojos en los míos.

Quisiera intentar descifrar tus pelos canos, poder contarlos y saber que cada uno de ellos creció a mi lado, poder mirar tus manos y saber que estarán dispuestas a seguir siendo el soporte de mis caídas inesperadas.

Me gustaría rozar tu barba y oler nuevamente tu perfume,

Besar tu cuello anciano y sentir que tengo 25 nuevamente.

No pasarán esos años, no seremos ancianos juntos, no tendremos pelos canos,

Solo somos dos víctimas de las peores circunstancias,

Yo aquí y tu tan lejos.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Lo conocí un viernes de noviembre

Era un viernes de noviembre, un día cualquiera, el clima indeciso nos auguraba el final de la primavera y el comienzo de un verano particular. Sin mucho sol y bajo las mismas nubes plomizas de todos los días, prendí mi auto, la rutina matutina me instruía a manejar hasta mi oficina por las calles atiborradas de autos, motos y combis. Como de costumbre mientras manejaba rizaba mis pestañas y me untaba el rubor a mis abultadas mejillas.

Estaba cansada, el día anterior había estado un par de horas en el gimnasio intentado “estar en forma” para este verano que cada día se acerca más. Sin embargo, desde la mañana había decido no ir en la noche de ese viernes, quería dormir, ver tele y descansar.

Durante la mañana llegaron unos correos y contesté algunas llamadas, las cuales no fueron relacionadas a mis labores diarias sino que eran pliegos interrogatorios respecto a los planes para la noche, todos asumían que como todos los viernes teníamos que hacer algo especial.

Decidí contestar algunos correos con comentarios generales, con un clásico: “Ya se ve” o con “Hablamos en la noches y decidimos los planes”. Todo era una ilusión, no tenía ganas de salir y si al final decidía por algún plan fiestero debía escaparme a la casa de mi primo y saludarlo por su cumpleaños.

Pasaron las horas y seguía cansada, marcaron las 7 p.m., el día estaba a punto de terminar y no había llamado a mi primo a saludarlo. Marqué su número, lo saludé efusivamente y al final me convenció en ir por unas horas a su casa. A pesar de mi desgano y cansancio, me puse las botas y salí, no me arreglé como de costumbre, no me eché brillo, no me rizé nuevamente las pestañas.

Abrí la puerta de la casa de mi primo y estaba repleta de personas en un estado avanzado de diversión, saludé a algunos y me senté en el sofá rojo al costado de mis primas. Fue al costado de aquel sofá rojo donde lo volví a ver, no era la primera vez que veía sus ojos marrones grandes, él se acercó me ofreció tomar algo, me preparó un chilcano, la verdad que no tan bueno, pero eso fue lo de menos, conversamos durante toda la noche.

Cada dos minutos me reía a carcajadas, cada dos minutos me acomodaba el cabello y sentía que coqueteaba sin quererlo, lo miraba y de ahí miraba al suelo, ese nerviosismo adolescente se me desbordaba. Fue una increíble compañía, la perfecta para esa noche y para todas las demás, felizmente que no me quedé en mi casa ese viernes por la noche, felizmente me peiné esa noche, tuve suerte, esa noche salieron mas estrellas que de costumbre.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

En mis sueños

Quisiera que tu aliento penetre mi cuello como aquel calor incandescente en las noches de verano

Que me mires y te pierdas en mis ojos una y otra vez

Que hoy me lleves en tu espalda y no te separes de mi nunca más

Quisiera creerte y poner mis besos a tu disposición para siempre


Que al amanecer te tenga a mi lado para que tus abrazos me arrullen todo los días y

Que tu aroma sea mis desayunos diarios


Quisiera que tus manos desgasten mi piel por tocarla sin cesar

Y tenerte a mi lado como en mis sueños te tuve ayer


domingo, 6 de diciembre de 2009

Comenzo con un adiós...

Me dijo te quiero

Pero sus mentiras no aguantaron un te amo

Me dijo que estaría conmigo hasta marzo

Y se quedo solo hasta hoy

Me quiso regalar dos primaveras y tres veranos

Y ni siquiera aguanto el sol de diciembre

No te molestes en bajarme las estrellas que me prometiste

Porque hoy no saldrán más estrellas, hoy el cielo es gris

Y mañana también…

lunes, 30 de noviembre de 2009

Mi propio cuento de hadas

Él la mira fijamente....

Le toca el rostro suavemente como si fuera una muñeca de porcelana.
Sin decir nada su mirada la convence, sin decir nada, le confesó que es capaz de bajar diecisiete estrellas y nadar hasta Hong Kong...

Toma su mano y le entrega la llave de su corazón.

¿Cómo podría negarse a sentir nuevamente?, si sus pies dejaron de pisar el suelo para volar por las montañas hechizadas y los ríos encantandos.

Dejo de ser real y humana, se convirtió en la propia princesa de su cuento de hadas.

Su corazón ya no guarda ira ni resentimiento, empieza a purificarse, a sanar las heridas de ayer y a aceptar el nacimiento de una nueva historia.


jueves, 26 de noviembre de 2009

Desde que te conocí ...


Tus ojos se posaron entre mis sueños y mis suspiros

Te sumergiste en ellos para atraparlos suavemente con tus manos

Te acurrucaste en mi almohada para no irte nunca más

Tus ojos me conquistaron en solamente dos horas

Suavemente me rozaste la espalda y sentí que te conocía desde siempre

Por unos segundos, mientras observabas el movimiento de las personas a tu alrededor

Yo solamente atiné a mirarte una y otra vez más para reconocerte e intentar oler tus deseos ocultos


Así de simple calmaste mis miedos mientras reías

Agarraste mi mano...

Llegaste para quedarte


Remendaste mi corazón

martes, 24 de noviembre de 2009

Camila, Micaela y Joaquín: mentiras verdaderas II

Todos reían pero las miradas de Joaquín y Micaela inundaban la habitación de un silencio sepulcral. Camila estaba distraída, reía y conversaba con los invitados. Micaela seguía incómoda, quería irse de la fiesta, no podía evitar de cuando en vez mirar directamente a los ojos a Joaquín.

No quiso pero sucedió, él ya era parte de su corazón, su ternura y su sonrisa habían logrado conquistarla.

Micaela se levantó y fue a la cocina a tomar un poco de agua, en lugar de agua encontró una botella de pisco abierta, se sirvió y tomó un shot, luego dos y se quedó en tres. Un poco mareada y extasiada por los sorbos picantes de pisco se sentó, prendió un cigarro y lloró, tan intensamente como una niña de 6 años que acaba de perder su barbie favorita.

No quería sentir lo que estaba sintiendo, se había enamorado de un hombre con etiqueta de “Prohibido”. Joaquín la vio sentada en la esquina de la sala principal, se acercó, le agarró la mano derecha y le dijo: Tranquila, todo va a pasar.

Micaela no comprendió si sus palabras debían aliviar su corazón o acrecentar sus miedos. Él se paró, le dijo que tenía que estar con Camila, era su cumpleaños. Micaela sin que nadie se de cuenta llamó a un taxi y de fue a su casa, a esa habitación oscura que es la confidente de sus tristezas.

Han pasado cinco meses, no contesta las llamadas de Camila ni de Joaquín. Ella ha postulado a una beca en España para terminar su carrera.

Camila y Joaquín acaban de terminar su relación ayer a las 10 p.m.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

La jardinera de tus emociones

Te observaba desde ayer, desde lo lejos, sin que supieras que estaba presente, sin que supieras que estaba a tu lado.

Desde que tus ojos se abrieron por primera vez, desde que dejaste la patineta y desde que me regalaste una rosa.

No entendías quien te cuidaba, era yo, yo te tendí la mano para que te levantes cuando todo se caía en tus hombros, yo te abracé cuando te equivocaste y quisiste llorar.

Fui yo quién soplo aquel viento en tu cara e hizo que tus cabellos marrones se alzaran nuevamente.

Fui yo la que te robó un beso por la noche en tus sueños, la que sembró en tu jardín 10 girasoles y 30 tulipanes para que sean tus guardianes por las noches y para que por las mañanas me cuenten si amaneciste bien.

Soy la artesana que quiere plasmar en arcilla tus manos, para que me acompañen por las tardes,

La que quisiera pasear a tu lado todas las tardes de primavera y viajar a través de tus lados mas intensos.

Soy la jardinera de tus emociones …

viernes, 6 de noviembre de 2009

Camila, Micaela y Joaquín: mentiras verdaderas

Camila y Joaquín estaban juntos hace 1 año, su relación era como la de cualquier pareja de enamorados, ella 20, él 24, ambos estudiaban en la universidad y su relación transcurría entre los rutinarios días de clases y las salidas a los bares los fines de semana.

Micaela era amiga de Camila, se conocían desde los 6 años, compartieron las aulas del colegio, las muñecas y el monopolio, mientras los lustros transcurrían los lazos de hermandad crecían, se convirtieron en las hermanas que ambas nunca tuvieron y siempre quisieron. Micaela estudió en otra universidad, razón por la cual se distanciaron por algunos años, pero la vida logró que volvieran a juntarse de nuevo y sean las amigas de siempre.

Micaela conoció a Joaquín e inmediatamente por la cercanía que guardaba con Camila, se hicieron amigos. Salían juntos los tres, ha veces cuatro, a veces cinco, o veces muchos. Si Camila quería ir al cine con Joaquín, Micaela también quería ir, a ambos no le importaba, total la imagen de los tres comiendo popo corn y riéndose de una película siempre resultaba divertida.

Pasaron los meses, y se acercaba cada vez más el cumpleaños de Camila, Joaquín quería hacer algo especial y sin lugar a dudas le pidió ayuda a Micaela. Decidieron planear una fiesta sorpresa.

Durante dos semanas organizaron todo, torta, globos, llamadas de invitaciones, gorritos, todo, Joaquín hablaba con Micaela por las noches para preguntarle por el regalo de Camila. Hasta que un día sin saber cómo, Joaquín marcó inconscientemente el número de Micaela pensando que era el de Camila y dijo: Hola, mi amor, que tal tu día. Al otro lado del teléfono solo se escucharon risas, era Micaela, él se había equivocado. Terminaron hablando de otros temas, nada de fiesta, nada de regalo, nada de Camila.

Quedaron en ir a tomar un café, ese café se convirtió en cine y sin darse cuenta salían solos sin Camila. Todo se complicó y bajo ellos se ubicó una nube gris que estaba creciendo día a día. Ni por un segundo se cuestionaron aquellas salidas, no tenían miedo que alguien pudiera verlos juntos, todo resultó natural.

En uno de esos días, saliendo del cine, entraron al carro de Joaquín, ambos sabían que estaba sucediendo que no comprendían, solo se escuchaba el ruido de la noche, solo silencio, se sentaron y sin saber cómo se besaron. Nuevamente silencio, Joaquín manejó hasta la casa de Micaela, se estacionó, Micaela antes de bajar del auto solo atinó a decir: Nada de esto a Camila, me tengo que ir.

No hablaron por días, llegó el cumpleaños de Camila, todo salió como lo planeado, hasta incluso mucho mejor, todo estaba perfecto, menos Joaquín y Micaela.

Algo estaba sucediendo … y solo ellos tenían la respuesta.


Recomendaciones

La historia continua en ...

http://intimas-confesiones.blogspot.com/2009/11/camila-micaela-y-joaquin-mentiras.html

http://intimas-confesiones.blogspot.com/2010/03/camila-micaela-y-joaquin-mentiras.html

jueves, 5 de noviembre de 2009

Mientes tan bien ...

Me seduces mientras hablas,
Me convences con el chasquido que tus dientes emiten cuando sonríes de lado,
Me engañas con tus ojos marrones,
y me ignoras una vez más,

Mientes tan bien...

Caminante sin camino al andar

Caminante…

Tus sueños se esfuman entre historias narradas una y otra vez

Quisiste abrir los ojos

Hablar de nuevo… besar de nuevo

Caminaste entre las nubes de algodón

De la cuidad de la furia

Ahora tocas mi puerta

Te abro, me miras, te miro

Tus ojos solo piden compasión

Te extiendo la mano y te desvaneces ...


Capturas mis sonrisas

Te robas mis suspiros

Te enredas en mis sueños

Te adhieres a mi piel

Eres como la estrella fugaz diáfana por la niebla

Como la luz de aquella luna de verano que irrumpe en mi habitación

Nadas entre mis suspiros

Y penetras mis entrañas

Me envuelves entre tus razones

y sin querer te desvaneces nuevamente ...

martes, 3 de noviembre de 2009

Con las puertas cerradas ...

Te creí una vez más… me enredaste entre tus promesas y tus manos calientes

El sol se llevo mis ideas inconclusas y las ganas de confiar en ti nuevamente

No toques mi puerta, porque nadie la abrirá más, no me busques más

Tambaleabas en las escaleras de mis ilusiones

Pero ahora el camino solo te marca la salida…

En mi mesa de noche solo encuentro la lámpara, una cajetilla de cigarros y un frasco vacío de pastillas para no soñar más.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Asi soy yo

Siempre fui de las personas que cuentan historias, de las que se acuerdan de los detalles, de las luces y de las calles, de las que no olvidan las miradas en la oscuridad, de las que guardan en su baúl una buena broma y una buena carcajada, de las que recuerdan los sonidos, de las que reproducen el eco de una caída y de las que hace reír.

Soy la que habla con las estrellas y se ríe conversando con los perros y los gatos. De la que saluda a un extraño, tal vez esa persona necesite algo diferente ese día.

Me atrevo a burlarme primero de mí misma y he aprendido con los pocos años que tengo ha observar en el reflejo de las sonrisas de mis amigos la esperanza de un mejor día solo si duermo temprano.

Soy de la que organiza reuniones, reencuentros y citas en cafés y bares, de las que los anima a viajar y de la que los hace bailar. Quisiera que el día tuviera más horas y poder ir al cine con todos ellos, quisiera poder tomar mil cafés en las tardes por Miraflores y un chilcano cada día de la semana, quisiera que el sábado se repitiera tres veces y poder disfrutar las tardes y las noches con todos ellos.

A pesar de ello, he descubierto que soy mejor contando las historias de los demás, que cometo demasiados errores contando mi propia historia, porque todavía no me desprendo de aquel velo transparente instalado entre mis ojos y la realidad. De vez en cuando alguno de mis amigos me lo quita para secarse las manos y utilizarlo como tissue.

Si pudiera regalarle a cada uno de mis amigos una estrella lo haría, quisiera escribirles una canción o mil poemas tal vez.

Hoy quise hablar de ellos, de los que están tras estas líneas, de sus voces y de sus miradas, de aquellos por los cuales escribo, es por sus aventuras y las mías.

jueves, 29 de octubre de 2009

Luz, cámara y acción

Sandra espérame... me dijo mientras corría detrás mío.
'C' ya es tarde, no vamos a llegar a la función - le dije.

Entramos al cine y vimos una película impregnada de americanismos, de clichés, de risas, de aquella fastuosa industria cinematográfica gringa... cuando la película estaba en el minuto 100, entendí porque habíamos decidido verla. Volteaba y miraba a 'C' y no podía detener mi desvergonzada risa, esa tonta película americana me estaba dando una lección:

1. Cualquier película es excusa para pasar unas horas con tu mejor amigo.
2. Fue el perfecto pretexto para quedarnos luego de la función conversando de nuestras relaciones pasadas, de mis erróneas demostraciones de amor, de aquellas relaciones fallidas que de alguna manera penetraron nuestras almas y de aquellas cicatrices que intentamos seguir borrando.
3. De nuestras decisiones.
4. De que estar solos tiene precio, que estamos pagando por ello, pero que disfrutamos tomar nuestras decisiones, que elegimos lo que queremos ser, que somos un par de veinticincoañeros disfrutando de sus lecciones y que estamos dispuestos a volar cuando queramos hacerlo.

Tal vez reflexione más que él, probablemente para él fue una película más que quedará en el olvido, pero sus palabras hicieron que pudiera seguir evaluando mi vida, hay veces me olvido que las decisiones que uno toma tienen consecuencias días, meses o años después. Perdí la noción del tiempo, recordé que estaba sola, hizo que me interrogara nuevamente si soy capaz de iniciar una relación con alguien, me pregunté si había ese otro "alguien", no sé, que sé yo, si hay alguien yo no lo veo, porque aún se esconde entre los bosques de un futuro y las nubes de mis indecisiones.

Sandra, ya me voy, mañana tengo que trabajar temprano - me dijo 'C' y se despidió. Lo abracé y le dije ... Oye, Te quiero, hablamos mañana.

Luz, cámara y acción ...

Tú eres mi espectador ...


martes, 27 de octubre de 2009

La Laguna Azul


Traté de guardar silencio … solo atiné a descubrir mis ojos que estaban resguardados por unos lentes de sol, aquel paraíso tenía que ser observado directamente.

No pude evitar perderme entre los más verdes árboles y entre aquella tranquilidad que difícilmente cuentan mis días habituales, la laguna me hablaba, me contaba su historia …

Quisiera regresar y perderme de nuevo entre los pensamientos de aquellos moradores, entre la selva peruana y la Laguna Azul, entre ese paraíso que me brindo por unas horas la paz que sientes cuando no te importa el siguiente segundo, cuando solo estás ahí, donde no importa qué pase después.

Miré a mi alrededor y tenía a mis dos mejores amigos sentados observando absortos lo que la naturaleza nos ofrecía, nos miramos y sabíamos que no queríamos volver a nuestra caótica Lima.

Quisiera poder tener más domingos como ese, donde el tiempo se detiene, donde levantarse a las seis de la mañana no resulta difícil si a tu lado tienes un par de mariposas que pululan en tus oídos y te solicitan que te levantes a observar la majestuosidad que tienes a tus pies, si al salir de la puerta de tu habitación encuentras una hamaca que espera ser irrumpida, solo espero volver … sí, volver al mismo lugar y con la misma compañía.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Camino final


Dos almas solitarias caminan al patíbulo y su final se acerca

Sin más sueños que los recuerdos de ayer

Rebosantes de tentaciones que recorren el sendero de sus decisiones

Para transformarse en imaginaciones latentes de perecederas estrellas fugaces

No cambiaste y no lo harás nunca

Sigues siendo el mismo, el mismo de ayer …


"Añorar el pasado es correr tras el viento"

Parte IV: El final

“Ella” caminaba por las calles miraflorinas en busca de un regalo para Mafer. Salió decepcionada de una tienda porque nada resultaba suficientemente interesante, decidió hacer una parada estratégica, necesitaba un par de cigarros. Mientras intentaba prender uno de ellos con un encendedor prestado, alguien le tapo los ojos, “Ella” se puso nerviosa, voltio rápidamente, y sí, era “´Él”.

No se habían visto en varias semanas, esa noche calurosa en aquel hotel limeño se habían quedado en vagos recuerdos, “Él” no la había llamado y “Ella” orgullosamente tampoco lo había hecho.

Irónicamente “Ella” se puso nerviosa, no sabía qué decir porque la última imagen de “Él” que “Ella” recordaba y latía en su cabeza era la de un hombre echado semidesnudo a su lado.

“Él” la invitó amablemente a tomar un café, conversaron, “Ella” no podía evitar reírse, siempre resultaba grata una conversación con él. Pasaron los minutos y se hacía un poco tarde, la noche anunciaba su llegada.

“Ella” notaba que “Él” no la miraba a los ojos en ciertos momentos, hasta que decidió preguntarle: “Te pasa algo?”. Él la miró y le dijo: “Sí, me caso en 6 meses”.

El mundo se derrumbó en sus manos, las paredes se desprendían y las luces se apagaban, los carros dejaron de transitar, los sonidos se extinguieron, “Ella” se sientio más pequeña, la cabeza le iba a explotar, qué estaba sucediendo?, “Ella” no pidió explicaciones, no tenía el derecho a solicitarlas. Lo abrazó y lo felicitó y le dijo: “Tengo cosas que hacer, perdón pero no puedo quedarme más tiempo. Suerte y nos vemos ponto”.

“Ella” lloró todo el camino a su casa. Fue en ese momento donde se dio cuenta que estaba enamorada de “Él” y que era demasiado tarde.


Y así acaba esta loca historia, simplemente así.

martes, 6 de octubre de 2009

Hoy te extrañe ...

Abrí la puerta. Estabas inundado en tus lágrimas, traté de escucharte, pero tu voz resquebrajada no me dejaba descifrar el sentido de las oraciones, tu voz destrozaba el lenguaje y la comunicación entre nosotros era imposible… solo atiné a abrazarte a preguntarte que había sucedido…

Me miraste y tus ojos dibujaban la tristeza más profunda que nunca antes había presenciado. Sus labios se abrieron y un eco golpeó mi cabeza: “Mi papá acaba de fallecer”, no sabía que decir, no entendía que sucedía, estaba en un mundo paralelo, quería despertar de esa pesadilla…

Segundos más tarde reaccioné y entendí que era real la noticia, solo que no podía procesarla.

Me desconecté del espacio y del tiempo, inmediatamente se recreó en mi cabeza la imagen del día anterior … sentada en la casa de Rafael en una parrillada con toda su familia.

Ese día su papá me había tomado la mano justo cuando intentaba hacerme un chroripan, me miró y me dijo: “Sandrita, si yo hubiera tenido una hija mujer, definitivamente, hubiera sido como tú”. Lo miré y lo abracé como si fuera mi papá y le dije: “Tío, yo soy tu hija”.

Yo amaba al papá de Rafael, era el papá de un amigo de la infancia, pero su dulzura, su serenidad y su mirada, me hacían recordar a mi abuelo, mi Tío Carlos era bastante mayor y sentía que si mi abuelo viviera sería como él.

Hoy lo recuerdo como si fuera ayer, siempre sonriendo y leyendo a Borges los domingos por la tarde…

jueves, 1 de octubre de 2009

Soy un alma desnuda ...

Era martes y mientras que conversaba con unos amigos, uno de ellos me miró fijamente y me preguntó: “Sandra, por qué escribes en un blog, te gusta contar tus intimidades?”, entre titubeos no supe que decir, atiné a alzar la voz y decirle: Solo, me gusta escribir…

Esas palabras marcaron mi noche, traté de responderme, de comprender por qué escribo, por qué comparto mis emociones, mis miedos, mis ilusiones, mis secretos, mis tácticas, por qué? Tal vez por ese morbo inconsciente que me sobrepasa, por qué, de repente, quizás… quiera que alguien me lea, que alguien comparta lo que estoy diciendo, que alguien se identifique conmigo, no lo sé.

Solo tengo esa necesidad, esa inexplicable sensación de expresar lo que siento, de contarles lo que no me atrevo a decir cara a cara, tal vez sea una forma de confesar mis culpas, de perdonarme, de aprender, de ser libre, de no guardarme más preguntas, de ser capaz de sentir y decirlo …

O creo que simplemente solo quiero que me conozcan, que me comenten, que sepan que existo y saber que existen.

No les miento, a ustedes jamás podré hacerlo, ustedes me conocen … saben quién soy o quién intento ser día día, tal vez no sepan cuál es mi color favorito, o que prefiero un helado a un pastel, que me encanta dormir antes que ir a trabajar y que lloro de todo …

Pero si conocen a la Sandra melancólica, a la que se tropieza, la Sandra que cae y se levanta, la que reflexiona, conocen al intento fallido de escritora …

Soy un alma desnuda ante ustedes …

Me hacen bien ….

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Debo confesar que ...


Debo confesar …

Que los domingos duermo hasta tarde,

Que no me baño si es que no tengo que salir,

Que prefiero comer en casa antes que en un restaurant,

Que si no salgo un sábado soy feliz viendo una película sola en mi sofa,

Que me gustan los perros tanto como los gatos,

Que soy heterosexual pero admiro la belleza femenina,

Que le tengo miedo a la soledad tanto como a caerme de rodillas,

Que me encanta ordenar,

Que me enamoro rápido,

Que me gusta hacer el amor hasta el cansancio,

Que miro a los ojos y a las manos constantemente,

Que soy coqueta porque me encanta sonreir,

Que me encanta escribir porque me gusta compartir mi soledad e ilusiones,

Y que tengo tantos defectos como sabores de helados favoritos,

Debo confesar que soy imperfecta.

martes, 29 de septiembre de 2009

Renací entre las montañas

Sentí el aire penetrar entre mis pensamientos,

El reloj se detuvo cuando llegue a la cima

Inexplicable sensación … vacilaba entre los recuerdos de una niña corriendo entre los jardines de la casa de la abuela y los primeros suspiros de mi sobrino

Comprendí que el mundo es más grande del que tengo dibujado en mi cabeza atormentada por el pasado, aprendí a escuchar los lamentos de las aves y el pensamiento de las montañas

Comencé a darle importancia a los segundos y no a los días

Por primera vez me reí de mis miedos y perdoné mis propios errores

Es aquí donde comenzaron mis nuevas ilusiones y mis nuevas aventuras

Renací entre las montañas ...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Cuestionamientos

Qué ocultas en ese corazón desgarrado de insomnios

...en aquella mirada incandescente, ansiosa y atiborrada de cuestionamientos

...si tus labios fueran capaces de acercarse a los míos como ayer en mis sueños

...todas tus interrogantes se desvanecerían entre las sombras de nuestros músculos imperfectos

Sé valiente por un momento y confiésate …

lunes, 7 de septiembre de 2009

Parte III: Camas alquiladas

Empezaron los correos inundados de eufemismos sexuales vinculados con la idea sosegada de ir a la cama de nuevo…

Fueron dos, tres o tal vez cuatro las veces que ellos compartieron una cama, todas las veces alquilada solamente por algunas horas. Esas 18 o 19 horas para “Ella” fueron como si se parará un reloj de arena por 365 días en mitad de un oasis.

Aquel sábado la habitación estaba impregnada de olores roídos de pasión contenida, el viento penetraba por la ventana una y otra vez mientras que sus cuerpos bañados en sudor no cesaban en su movimiento.“Él” recorrió sus colinas y sus valles como si fuera el conquistador de nuevas islas; “Ella” solo gemía de placer.

Liberaron sus más oscuros deseos, aquellos deseos mundanos, aquellos contenidos por relaciones pasadas plagadas de limitaciones.

Sus cuerpos se perdían entre las estrellas fugaces de un cielo diáfano. Toda esta historia se estaba convirtiendo en un cometa resplandeciente deseoso de placer.

Luego de aquel voraz encuentro sexual, sus cuerpos cayeron uno junto al otro en aquel lecho alquilado. Mientras sus pensamientos pululaban entre horizontes lejanos, una llamada al celular de “Ella” detuvo esa imagen histriónica como un trueno en medio de la nada.

“Ella” colgó el teléfono, lo abrazó, eran la 1 a.m., “Él” no preguntó quién era, y así se quedaron conversando, como si hubieran salido a tomar un café, de lo excitante que resultó ese encuentro, de sus placeres mundanos y de que el lunes“Ella” tenía un día complicado en el trabajo, así de simple.

Ni “El” quiso tirarla por la ventana como un juguete sexual ni “Ella” quiso desaparecer al instante porque no podía con la vergüenza contenida, NO, esa madrugada terminó a las 5 a.m. luego de un par de orgasmos y una interesante conversación.

Esta historia aún no tiene final … no se si la continuaré … pero creo que por el momento queda aquí.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Parte II : Entre cafés y sábanas


Luego de aquel inesperado, apasionado y contenido beso, “Él” y “Ella” se citaron en un café.


Conversaron de esto y aquello, rieron de las coincidencias de la vida y como siempre terminaron brindando por su amistad, luego de algunos cafes y unos piscos tal vez, “Él” le dijo a “Ella”: “y, ¿cómo estás?, fue increíble lo que pasó el sábado ¿no?”, “Ella” contestó temerariamente: “Sí claro, pero todo normal ¿no?”, tratando de evitar complicaciones que la vida podría ocasionarle. La vida de “Ella” probablemente no había sido un mundo de fantasías y las circunstancias la habían ubicado en la plenitud de su seguridad.


“Él” la abrazó como una respuesta automática. Evitando que los arrepentimientos inunden esa noche, probablemente para evitar remordimientos innecesarios.


Pasaron las horas y los comentarios subidos a un nivel seductor que ni “El” ni “Ella” previeron.


Hasta que al final de la noche, terminaron envueltos entre las sábanas de un hotel ubicado en las calles lejanas y solitarias de los recuerdos, la calle llamada Olvido y el número de la entrada marcaba 666. Esos y más eran parte de los simbolismos de una relación prohibida, no porque “Ella” y “Él” sean cuerpos imantadamente opuestos sino porque simplemente esa relación excitante tenía limitaciones que ni “Él” ni “Ella” comprendían.


Sus cuerpos necesitados de cariño y calor se desvanecieron entre la oscura y temeraria noche de un mes caluroso de verano y bajo aquella luna que fue testigo del primer encuentro de dos amigos que esa noche resultaron ser exploradores de sus formas cóncavas y convexas.


"Me sentí herida cuando perdí a los hombres de los que me enamoré. Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo." (Once minutos – Paulo Coelho)


Esta es la segunda parte de la historia publicada días atrás, la misma que forma parte de la historia de una amiga de la blogger que es casi como ella.







lunes, 31 de agosto de 2009

El amigo de "Ella" ***Parte I***

Capítulo 1: Encuentros Cercanos

“Él” era amigo de “Ella”, “Él” era chico impetuoso, que “Ella” conoció años atrás en sus primeros ciclos de universidad. Entre separatas y encuentros en los pasillos se conocieron. “Él” era un chico desaliñado, extrovertido y ambicioso; “Ella”, una chica –en esos años- no tan extrovertida como lo es ahora, extremadamente ordenada, estudiosa y muy habladora.

Fue así como nació la amistad, pasaron los años y con ellos, los ciclos de su amistad, ha veces más intensa y otras veces más casual, pero siempre amigos.

Las conversaciones siempre fueron exquisitas, no importaba el tema; relevante en muchas ocasiones, y otras circunstancial, entre el cosmos, la constitución, las comunicaciones, la fotografía, la literatura, el cine y demás pasaron los años.

Pasaron algunos años y “Él” se desvaneció, probablemente porque “Ella” tenía ocupada sus días y noches en una relación muy pasional.

Algunas primaveras transcurrieron, y “Él” volvió a aparecer pero convertido en un hombre más seguro, más imponente y diferente. En realidad, nunca desapareció solo que ahora se convertía en protagonista de la historia de “Ella”. Todo empezó de nuevo, las conversaciones, los cafés …

Una noche se encontraron en una fiestecilla limeña.

Conversaron, bailaron y se besaron … Fue ahí donde comenzó la adición … se volvieron adictos a sus más intensos y desgarradores deseos de poseerse una y otra vez.

Cuando la vida te ofrece un sueño que supera ampliamente cualquiera de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión”

Bella en “Crepúsculo”


Este post forma parte de una historia creada en la cabeza de la narradora, si existe algún parecido a la realidad espero no herir susceptibilidades.

Es la primera parte de una historia que identificará a muchos de los lectores.

domingo, 16 de agosto de 2009

Lamentos silenciosos


El tiempo selló mis labios
la sentencia del silencio penetró mi pecho
y el frío de tus lamentos entumecieron la línea delgada ubicada entre mis piernas.

Arrastrándome intente continuar y seguir el camino que marcaba el aullido de la loba madre
pero mis inquietantes imperfecciones desconcentraron la intensa mirada de mi objetivo

miércoles, 17 de junio de 2009

La niña de los zapatos rojos de charol

Mis manos tiemblan nuevamente
Intentando descifrar las líneas del pasado
entre la niebla del volver a empezar y los trucos de un mago ciego

Comenzar de nuevo no resulta tan espontaneo,
Las interrogantes se entrelazan en mis cabellos
Y naufragan en las comisuras de mis ojos
Deteniendo los lamentos de una mujer que intenta penetrar en sus lagunas mentales.

Atrás quedaron los sueños de la niña de los zapatos rojos de charol
Se despedazaron las palabras de las metas más incandescentes
se cerró aquella puerta y la otra no volvió a abrirse
Solo se abrieron tus ojos amarillos a contra luz para decirme: No es el momento

Me negué a continuar con el sueño etéreo de ser diferente
Esfumándose las voces internas que tambaleaban en el hilo de los recuerdos

Cambie los zapatos rojos de charol por unos zapatos negros listos para la guerra.

viernes, 29 de mayo de 2009

Aprendiendo de tu amistad...

Sin pensarlo lo conocí, ni en el lugar indicado ni de la manera usual. Al principio solo compartíamos palabras, situaciones y momentos comunales…con el tiempo se convirtió en alguien especial.

Entre contratos y conversaciones, aprendía de él, empecé a leer sus gestos, a entender sus palabras y sus bromas.

Dice que cree en Dios pero no en cualquier dios sino en el que lo acompaña todos los días el que canta, el que compone, el que sueña y el que toca … aquel con el que comparte poesía y la pasión por la música … si Bob, Bob Dylan…

No duerme mucho, no porque no le guste dormir sino porque prefiere no descansar…las noches son de música y de amigos,

Le gusta tanto viajar como las pastas … aventurero inagotable … sus pies han recorrido Sudamérica y las tierras del Tío Sam tanto como las veces que llego tarde a un lugar.

Sin querer me enseño a disfrutar de la vida, de la música, de ortografía, de sintaxis y de luchar por mis sueños.

Fue un día cualquiera por la tarde … cuando me dijo … te estás convirtiendo en mi mejor amiga … solo atiné a decir gracias y a abrazarlo. Él no comprendió que quería realmente retribuirle todo el cariño, el respeto y la diversión de los días, tardes y noches desde que somos amigos, solamente decidí escribir estas cortas líneas… Tú sabes quién eres, gracias por tu amistad!

jueves, 7 de mayo de 2009

Mi sexto sentido

Mis hombros me pesan por seguir cargando tus sonrisas

Mi oídos solo escuchan las vibraciones del roce de tus labios

Y mi lengua solamente quisiera recorrer las comisuras de tu cuerpo desnudo

Solo te veo en mis sueños, en aquellas eternas alucinaciones

Entre lo ajeno y lo lejano

Mis manos me reclaman la suavidad de tus cabellos y la perpetuidad de tu silencio

Y finalmente mis dedos palpitan por reconocer tu rostro

Y por aterrizar en la realidad de tu mundo imaginario

sábado, 25 de abril de 2009

Letras compartidas I

Todos, tenemos algo que compartir, muchos no tienen la habilidad de confesarse, de exponer su vida y transmitirla en palabras habladas…de repente soy una pecadora constante que necesita confesarse para evitar acumular sus pasiones por mucho tiempo, que la aturde el silencio  y que no puede vivir sin la tinta entre sus dedos. Quizas. Qué se yo!

La realidad es que muchos de nosotros encuentran en un papel o en una hoja nueva de Word el destino perfecto de sus sentimientos y el catalizador de las emociones más sublimes…

Este espacio ha encontrado gracias a un alma alborotada e iluminadora un balcón para expresarse. De esta manera, de cuando en vez algunos de mis amigos –por decisión propia- podrán expresar algo que tengan guardado con las fuerzas necesarias y suficientes para gritarlo hasta la estratósfera…

Mi invitada en esta primera ocasión es Brenda…quien se confiesa ante su hermana melliza así…

"Mi incondicional e imprescindible

Todos los días tienen ese rato en el cual pienso en ella y me pregunto innumerables cosas ... qué estará haciendo?, dónde andará?, por qué está sensible?, tímida? Y así como me pregunto, le digo a ella que aunque me selle sus labios, ese mal rollito entre ella, o entre las dos, siempre lo llegaré a notar. 

Siento que a veces piensa que soy como una ratita a la que le quiere cortar la colita, un espíritu rebelde, y que mi locura llega a extremos inconmensurables, ella me lo dice todo sin decirme nada.

Ella sabe que con todos mis defectos yo siempre estaré para ella, que la cuidaré, protegeré, molestaré, le robaré sonrisas donde no hay hasta estallar, y la mejor parte, es que la amaré todo mi vida donde quiera que este.

Andrea, sabe que tengo secretos, misterios y muchos recuerdos que invaden la soledad que a veces pido, es la única que me entiende y sabe que soy y seré como lo definimos las dos “la otra gran mitad”, en la que podrá confiar siempre, ella es mi amiga, mi hermana, mi melliza y es lo mejor que puedo pedir para tener a mi lado. 

A veces trato de decirle que no busque motivos ni el por qué de las cosas, y si así son las cosas es por algo, que la vida da mil vueltas, que uno tiene que alcanzar lo mejor y saber conservar lo que considera bueno para su vida, que el único premio para ella es saber que lo que decide siempre estará bien. 

Yo la quieroporque sobran las razones, yo le juro que hay promesas para siempre y yo prometo no cansarme de quererla, su energìa es tan grande que ella sabe que somos como una historia donde no cabe más que un corazón descontrolado cantando a un son acelerado."

jueves, 23 de abril de 2009

Mereces una Segunda Oportunidad

Eran las tres de la tarde de un día cualquiera, sonó mi teléfono, reconocí el número, era Mafer*, le contesté el teléfono inmediatamente, como si no hubiera tenido la necesidad de pensar, no instruí a ninguna parte de mi cerebro a hacerlo, solo conteste y le dije: “Mafer, cuéntame...”, esa era nuestro código, no era necesario un “Hola”, ninguna especie de saludo solemne, ni de una introducción innecesaria, siempre hablábamos, no solamente una vez al día sino las veces que resultasen necesarias, no teníamos límites. Aunque hace ya algunas semanas el trabajo y nuestras diversas actividades no nos dejan libres para ese cafecito por la noche.

Ella me contestó con un: “¿Qué haces?”, -bien-, le contesté, hablamos un poco y a la vez de nada, la conversación fluía; hasta que, como si el mundo se detuviera por unos segundos, pensé –algo esta sucediendo-, entonces le dije:
- Mafer, cuéntame que ha pasado.
- Nada, por qué –me incriminó Mafer inmediatamente con una voz temblorosa.
- Oye, te conozco como a mí misma, sé que hay algo que me tienes que contar – simplemente lo sabía, no puedo explicar esa sensación, eran punzadas que penetraban todo mi cuerpo,
- Sí, es cierto, tengo algo que contarte –me dijo con una voz más suave-. Las dos nos quedamos en silencio, yo no quería hablar quería que ella me contara qué estaba pasando. Hasta que me dijo: Sandra, he vuelto con Tito*.

Me quedé en silencio, ella buscaba una reacción, algún signo que demuestre aprobación o desaprobación, solo atiné a escucharla, a entenderla. Hasta que del contexto de nuestra conversación, ella muy sabiamente me dijo: Sandra, todos merecemos una Segunda Oportunidad…

Después de unos minutos, colgué el teléfono; no obstante, durante ese día y hasta el día de hoy pienso en las Segundas Oportunidades.

Creo que todos hemos tenido y hemos otorgado una Segunda Oportunidad, pero cuando alguien merece una Segunda Oportunidad?, cómo mides el arrepentimiento?, cuando reconoció su error?, qué?, entonces nos convertimos en determinados momentos de nuestras vidas en jueces y entes evaluadores de la conducta de nuestros amigos, familiares y parejas?

Es cierto que toda esta evaluación personal implica grados y niveles de perdón, pero en realidad existen esos niveles?, todas estas interrogantes han golpeado estos días el laberinto de mis pensamientos porque yo otorgue una Segunda Oportunidad alguna vez, aposté por alguien, que bueno por circunstancias de la vida no aprovecho en su totalidad la Segunda Oportunidad; pero el problema fue que yo nunca perdoné su error.

Es ahí donde nace mi confusión.

Este post responde a una catarsis personal.

* Por el bienestar de mis amigos, modifiqué los nombres reales de las personas.