martes, 24 de noviembre de 2009

Camila, Micaela y Joaquín: mentiras verdaderas II

Todos reían pero las miradas de Joaquín y Micaela inundaban la habitación de un silencio sepulcral. Camila estaba distraída, reía y conversaba con los invitados. Micaela seguía incómoda, quería irse de la fiesta, no podía evitar de cuando en vez mirar directamente a los ojos a Joaquín.

No quiso pero sucedió, él ya era parte de su corazón, su ternura y su sonrisa habían logrado conquistarla.

Micaela se levantó y fue a la cocina a tomar un poco de agua, en lugar de agua encontró una botella de pisco abierta, se sirvió y tomó un shot, luego dos y se quedó en tres. Un poco mareada y extasiada por los sorbos picantes de pisco se sentó, prendió un cigarro y lloró, tan intensamente como una niña de 6 años que acaba de perder su barbie favorita.

No quería sentir lo que estaba sintiendo, se había enamorado de un hombre con etiqueta de “Prohibido”. Joaquín la vio sentada en la esquina de la sala principal, se acercó, le agarró la mano derecha y le dijo: Tranquila, todo va a pasar.

Micaela no comprendió si sus palabras debían aliviar su corazón o acrecentar sus miedos. Él se paró, le dijo que tenía que estar con Camila, era su cumpleaños. Micaela sin que nadie se de cuenta llamó a un taxi y de fue a su casa, a esa habitación oscura que es la confidente de sus tristezas.

Han pasado cinco meses, no contesta las llamadas de Camila ni de Joaquín. Ella ha postulado a una beca en España para terminar su carrera.

Camila y Joaquín acaban de terminar su relación ayer a las 10 p.m.

1 comentario:

La Gloriosa... dijo...

Wow!! bueno, entonces ya hay lugar para Micaela, no? No da que se vaya a España ahora!!

Te mando un beso!