miércoles, 21 de enero de 2009

Acompañame a estar sola



Después de varios días intentando encontrar respuestas a las preguntas que de tiempo en tiempo merodean el limbo de mis pensamientos y queriendo a toda costa estar sola, las ideas empezaban a cobrar un latido más fuerte…

Sentía las sábanas de mi cama heladas, sin ganas de empezar el rutinario día frente a un computador. Las facciones de mi rostro no me permitían sonreír, tenía una mirada opaca. Sentía el llamado de la soledad nuevamente … ese eco silencioso pero mordaz.

Fue en ese preciso momento que levanté la mirada en aquella habitación y me tropecé con una persona que simplemente me dijo: “Te acompaño a estar sola”. Mi cabeza no podía comprender la magnitud de aquellas palabras. Una persona en este universo estaba dispuesto a compartir mi soledad, mis miedos, mis fastidios y la desidia de querer continuar con el camino lleno de piedras en el que siento vivir hoy.

Me pidió que no hable para que escuche mi corazón y el suyo conversar en aquella soledad que le exijo cumplir…porque mis labios no pueden moverse, solo pueden sentir su cándida respiración.

Cuantas veces me dijeron que NO, cuántas veces no quise escuchar… ese No que tiene diversas manifestaciones, algunas expresas, algunas otras no tan claras, con acciones me demostraron la negación, la ausencia de respecto y permitieron clavar agujas fuertes que dejaron cicatrices en mi corazón, debilitándolo…

Esa soledad llama a mi puerta en estos momentos sin explicación…pero siento que hoy puedo sonreír porque me siento acompañada…y es por ti.


martes, 20 de enero de 2009

Desesperada espera


Llegaste y no pude detenerte…

lo juro intenté detenerte…

intenté que mi corazón se cerrara a los avatares de decir que sí

pero tú solamente preguntaste y yo respondí

queriendo negarme a tus placeres, a tus besos, a tu cuerpo y a tu olor


Estoy esperando ese momento…quiero recordar aquellas sensaciones

Quiero volver a dibujar con mis dedos tu cuerpo.

Te estoy esperando entre el frío de mi respiración y el calor de mi cuerpo

Entre la calidez de mis manos y la templanza de mi mirada



Ya te siento tu llegada…