¿Por qué escribo este blog? Muchos me preguntan, me increpan y me interrogan. Quisiera poder responderles y contarles que se ha convertido en una especie de obsesión incandescente de querer contar historias. De inventar. De crear personajes que pululan en mi cabeza.
Muchos piensan y me señalan con el dedo, piensan que mi blog se ha convertido en una especie de diario personal y narrador de aventuras propias. Lo que ellos no se dan cuenta es del título de mi blog. Sí, es un blog confesionario, es la puerta y a la vez la voz de muchas personas, no soy yo, somos todos, este blog es de este todos, es de Sandra y de las anónimas, de mis amigas y de las chicas que no conozco, de las que me contaron su historia en vivo y en directo y de las que escuche su historia a través de los labios de una tercera persona.
Creo que soy una escritora frustrada, aquella que no ha publicado nada escrito, que vive en el mundo cibernético, aquella que podría escribir los guiones de una serie o novela mexicana.
Escribo porque soy como ustedes, porque me equivoco, porque me confundo y porque me ilusiono.
Algunos de los que leen me conocen, muchos no. Si intentan conocerme por lo escribo su batalla puede ser perdida, porque las historias no siempre son mías, son de aquellos personajes anónimos o de aquellos personajes de guiones empastados en mi memoria.
No me apunten con el dedo. Soy liberal y qué?
Escribo para provocar, para desatar, para que me critiquen, para que sueñen y para que se den cuenta que el mundo ante sus ojos es más pequeño de lo que imaginan.