martes, 17 de agosto de 2010

Intimas Confesiones: La historia de una blogger

¿Por qué escribo este blog? Muchos me preguntan, me increpan y me interrogan. Quisiera poder responderles y contarles que se ha convertido en una especie de obsesión incandescente de querer contar historias. De inventar. De crear personajes que pululan en mi cabeza.

Muchos piensan y me señalan con el dedo, piensan que mi blog se ha convertido en una especie de diario personal y narrador de aventuras propias. Lo que ellos no se dan cuenta es del título de mi blog. Sí, es un blog confesionario, es la puerta y a la vez la voz de muchas personas, no soy yo, somos todos, este blog es de este todos, es de Sandra y de las anónimas, de mis amigas y de las chicas que no conozco, de las que me contaron su historia en vivo y en directo y de las que escuche su historia a través de los labios de una tercera persona.

Creo que soy una escritora frustrada, aquella que no ha publicado nada escrito, que vive en el mundo cibernético, aquella que podría escribir los guiones de una serie o novela mexicana.

Escribo porque soy como ustedes, porque me equivoco, porque me confundo y porque me ilusiono.

Algunos de los que leen me conocen, muchos no. Si intentan conocerme por lo escribo su batalla puede ser perdida, porque las historias no siempre son mías, son de aquellos personajes anónimos o de aquellos personajes de guiones empastados en mi memoria.

No me apunten con el dedo. Soy liberal y qué?

Escribo para provocar, para desatar, para que me critiquen, para que sueñen y para que se den cuenta que el mundo ante sus ojos es más pequeño de lo que imaginan.

viernes, 6 de agosto de 2010

El incógnito ya tiene nombre

Era un fin de semana cualquiera y las peleas entre Tatiana y Guillermo no cesaban. Guillermo decidió acabar la pelea con un hasta luego, bajó las escaleras de aquel segundo piso de la casa de los padres de Tatiana y a lo lejos se escuchó el golpe de la gran puerta de madera cerrarse.

Sonó un celular, era María Fernanda, Salimos hoy, se escuchó por el auricular, cómo si ella hubiera escuchado la pelea que hace minutos había tenido su mejor amiga. , respondió Tatiana, sin pronunciar oración adicional que explicase su estado catatónico.

Mientras se alistaba para salir, Tatiana no dejaba de recordar las constantes peleas que habían gobernado los últimos meses su relación con Guillermo, se preguntaba si el tiempo había dejado caer sus frutos y ya no eran –tal y como ella recordaba- el uno para el otro.

Micael y María Fernanda pasaron por Tatiana. Sonó un bocinazo y Tatiana bajo las escaleras que minutos atrás había atravesado Guillermo. El carro estaba repleto, había dos personas más. Tatiana saludó y entró al pequeño automóvil de Micael.

Estaba oscuro y no podía distinguir los rostros de los nuevos actores de la noche. Pasaron por el último integrante de aquel clan nocturno para dirigirse a un lugar alejado de Lima en busca de diversión.

Tatiana bailó toda la noche y se olvidó de las peleas hasta el punto que no podía dejar de observar aquellos ojos negros de uno de los amigos de Micael. Los tragos habían logrado que Tatiana se liberase de sus recuerdos, salieron a bailar y la música se hacía cada segundo más lenta, como si las notas de aquellas canciones pegajosas dejaran de retumbar y el silencio gobernará los pasos impetuosos de Tatiana.

Ella no sabía si seguía con Guillermo, pero los ojos de aquel incognito la cautivaron. Fue ese día en el cual Tatiana engañó a Guillermo por única vez. Sin pensarlo dos veces, aquel hombre la miró y entre notas musicales la besó.

Nunca más sus caminos se cruzaron, hasta el día de hoy que lo volvió a encontrar.

Tatiana ya no está con Guillermo y ese incógnito hoy tiene nombre.


Imagen: http://www.kristianwahlin.se/gallery/PhotoAlbum.asp?showSub=Gallery%203

domingo, 1 de agosto de 2010

Tercera Parte: Un día cualquiera, un cumpleaños más

En La Paz, Catalina había perdido la noción del tiempo. Decidió entrar a una cabina de internet con la finalidad de escribir a Miguel, su padre y a Carlos y María Fernanda, sus mejores amigos. Ingresó a su cuenta de correo y se dio cuenta que era 7 de mayo de 2010 y que el día de mañana cumpliría 28 años de edad.

Joaquín la esperaba a las afueras de la cabina de internet.

Catalina salió sin decir palabra alguna. Cogió sus guantes de lana, aquellos que había adquirido días atrás de una señora llamada María Elena, quién tejía para mantener a sus cuatro hijos pequeños. Prendió un cigarrillo, Joaquín solamente la miraba, ni por un segundo se animó a preguntar qué era lo que había sucedido ni el porqué Catalina tenía la mirada más perdida que nunca.

Catalina caminó un par de metros, tomó unas monedas y las introdujo en el único teléfono disponible en aquella plazuela boliviana. El sonido calcinante de las timbradas se hacía eterno.

-Hola, soy Catalina, dijo con la voz firme. Un momento, espera, Joaquín me puedes dar unos segundos – increpó Catalina a Joaquín con aquella voz alta que la caracterizaba. Tuvo que hacerlo ya que cada segundo Joaquín se acercaba más para intentar escuchar la conversación-.

- Papá, soy Catalina –continuó-.

- Estoy en La Paz y estoy camino a Argentina, aún no sé cuando regrese, probablemente cuando se me acabe el dinero -afirmó aquella niña mujer al hombre más importante en su vida, aquel que nunca la había decepcionado.

Hablaron por unos minutos y Catalina sentía como su padre la acariciaba a través del teléfono, Catalina solo sonreía. Colgó y se dirigió a Joaquín.

No hablaron, Joaquín siguió el camino que marcaba Catalina. Entraron a un bar, ubicado a pocas cuadras del Hostel. En aquel lugar se encontraron con un grupo de argentinos, compartieron algunos tragos y bailaron un poco.

Llegaron las doce y Catalina desapareció, camino a la plaza con una botella de cerveza en la mano derecha mientras que la izquierda sostenía el último cigarrillo de la noche. Se detuvo en la entrada del hotel y dijo en voz baja: “Feliz Cumpleaños Catalina”. Entró a su cuarto y se echo a dormir tal y como la noche anterior.


Más de Catalina:

http://intimas-confesiones.blogspot.com/search/label/Las%20aventuras%20de%20Catalina