
“Colecciono pronósticos, anuncios y matices, signos, sospechas y señales…” Los años me han convertido en una abogada de profesión. Voy por la vida jugando ese papel, insatisfecha la mayor parte del tiempo anhelando ser distinta. Soñadora por instinto y solitaria cuando despierto. Amante del amor, de la música y del olor a libros viejos. Hoy me confieso antes ustedes mis mejores críticos y compañeros de letras.
jueves, 29 de octubre de 2009
Luz, cámara y acción

martes, 27 de octubre de 2009
La Laguna Azul

Traté de guardar silencio … solo atiné a descubrir mis ojos que estaban resguardados por unos lentes de sol, aquel paraíso tenía que ser observado directamente.
No pude evitar perderme entre los más verdes árboles y entre aquella tranquilidad que difícilmente cuentan mis días habituales, la laguna me hablaba, me contaba su historia …
Quisiera poder tener más domingos como ese, donde el tiempo se detiene, donde levantarse a las seis de la mañana no resulta difícil si a tu lado tienes un par de mariposas que pululan en tus oídos y te solicitan que te levantes a observar la majestuosidad que tienes a tus pies, si al salir de la puerta de tu habitación encuentras una hamaca que espera ser irrumpida, solo espero volver … sí, volver al mismo lugar y con la misma compañía.
miércoles, 7 de octubre de 2009
Camino final

Dos almas solitarias caminan al patíbulo y su final se acerca
Sin más sueños que los recuerdos de ayer
Rebosantes de tentaciones que recorren el sendero de sus decisiones
Para transformarse en imaginaciones latentes de perecederas estrellas fugaces
No cambiaste y no lo harás nunca
Sigues siendo el mismo, el mismo de ayer …
"Añorar el pasado es correr tras el viento"
Parte IV: El final

“Ella” caminaba por las calles miraflorinas en busca de un regalo para Mafer. Salió decepcionada de una tienda porque nada resultaba suficientemente interesante, decidió hacer una parada estratégica, necesitaba un par de cigarros. Mientras intentaba prender uno de ellos con un encendedor prestado, alguien le tapo los ojos, “Ella” se puso nerviosa, voltio rápidamente, y sí, era “´Él”.
No se habían visto en varias semanas, esa noche calurosa en aquel hotel limeño se habían quedado en vagos recuerdos, “Él” no la había llamado y “Ella” orgullosamente tampoco lo había hecho.
Irónicamente “Ella” se puso nerviosa, no sabía qué decir porque la última imagen de “Él” que “Ella” recordaba y latía en su cabeza era la de un hombre echado semidesnudo a su lado.
“Él” la invitó amablemente a tomar un café, conversaron, “Ella” no podía evitar reírse, siempre resultaba grata una conversación con él. Pasaron los minutos y se hacía un poco tarde, la noche anunciaba su llegada.
“Ella” notaba que “Él” no la miraba a los ojos en ciertos momentos, hasta que decidió preguntarle: “Te pasa algo?”. Él la miró y le dijo: “Sí, me caso en 6 meses”.
El mundo se derrumbó en sus manos, las paredes se desprendían y las luces se apagaban, los carros dejaron de transitar, los sonidos se extinguieron, “Ella” se sientio más pequeña, la cabeza le iba a explotar, qué estaba sucediendo?, “Ella” no pidió explicaciones, no tenía el derecho a solicitarlas. Lo abrazó y lo felicitó y le dijo: “Tengo cosas que hacer, perdón pero no puedo quedarme más tiempo. Suerte y nos vemos ponto”.
“Ella” lloró todo el camino a su casa. Fue en ese momento donde se dio cuenta que estaba enamorada de “Él” y que era demasiado tarde.
Y así acaba esta loca historia, simplemente así.
martes, 6 de octubre de 2009
Hoy te extrañe ...

Abrí la puerta. Estabas inundado en tus lágrimas, traté de escucharte, pero tu voz resquebrajada no me dejaba descifrar el sentido de las oraciones, tu voz destrozaba el lenguaje y la comunicación entre nosotros era imposible… solo atiné a abrazarte a preguntarte que había sucedido…
Me miraste y tus ojos dibujaban la tristeza más profunda que nunca antes había presenciado. Sus labios se abrieron y un eco golpeó mi cabeza: “Mi papá acaba de fallecer”, no sabía que decir, no entendía que sucedía, estaba en un mundo paralelo, quería despertar de esa pesadilla…
Segundos más tarde reaccioné y entendí que era real la noticia, solo que no podía procesarla.
Ese día su papá me había tomado la mano justo cuando intentaba hacerme un chroripan, me miró y me dijo: “Sandrita, si yo hubiera tenido una hija mujer, definitivamente, hubiera sido como tú”. Lo miré y lo abracé como si fuera mi papá y le dije: “Tío, yo soy tu hija”.
Yo amaba al papá de Rafael, era el papá de un amigo de la infancia, pero su dulzura, su serenidad y su mirada, me hacían recordar a mi abuelo, mi Tío Carlos era bastante mayor y sentía que si mi abuelo viviera sería como él.
Hoy lo recuerdo como si fuera ayer, siempre sonriendo y leyendo a Borges los domingos por la tarde…
jueves, 1 de octubre de 2009
Soy un alma desnuda ...

Era martes y mientras que conversaba con unos amigos, uno de ellos me miró fijamente y me preguntó: “Sandra, por qué escribes en un blog, te gusta contar tus intimidades?”, entre titubeos no supe que decir, atiné a alzar la voz y decirle: Solo, me gusta escribir…
Esas palabras marcaron mi noche, traté de responderme, de comprender por qué escribo, por qué comparto mis emociones, mis miedos, mis ilusiones, mis secretos, mis tácticas, por qué? Tal vez por ese morbo inconsciente que me sobrepasa, por qué, de repente, quizás… quiera que alguien me lea, que alguien comparta lo que estoy diciendo, que alguien se identifique conmigo, no lo sé.
Solo tengo esa necesidad, esa inexplicable sensación de expresar lo que siento, de contarles lo que no me atrevo a decir cara a cara, tal vez sea una forma de confesar mis culpas, de perdonarme, de aprender, de ser libre, de no guardarme más preguntas, de ser capaz de sentir y decirlo …
O creo que simplemente solo quiero que me conozcan, que me comenten, que sepan que existo y saber que existen.
No les miento, a ustedes jamás podré hacerlo, ustedes me conocen … saben quién soy o quién intento ser día día, tal vez no sepan cuál es mi color favorito, o que prefiero un helado a un pastel, que me encanta dormir antes que ir a trabajar y que lloro de todo …
Pero si conocen a la Sandra melancólica, a la que se tropieza, la Sandra que cae y se levanta, la que reflexiona, conocen al intento fallido de escritora …
Soy un alma desnuda ante ustedes …
Me hacen bien ….