viernes, 5 de diciembre de 2008

Mientras caminaba


Estaba caminando por aquellas oscuras y melancólicas calles miraflorinas escuchando el ruido de una Lima un jueves por la noche…cansada de lo mismo… cansada de ser yo misma.
Mientras me preguntaba y cuestionaba cada uno de los pasos que hasta ese día había tomado, una señora con una bolsa pequeña repleta de caramelos de limón con una sonrisa de color blanco con negro marcada por los años y las caries me sonrió y me dijo: “Señorita, ¿quiere caramelos?”, a lo que yo respondí: “No, gracias”.

Quise continuar mi camino pero su mirada no me lo permitió sentí que algo me ataba a ese preciso momento y lugar. Entonces volteé. Esa anciana poseía un rostro lleno de arrugas que reflejaban la sabiduría y el paso del tiempo, ella me miró y me dijo: “Señorita, no deje que este mundo consuma su juventud”.

Me sentí espantosa, aquella anciana se había percatado de mi demacrado semblante carcomido por las horas de trabajo de esa semana?, no era mi mejor día.
Continúe mi camino y las palabras de aquella mujer ochentona retumbaban como eco infinito, no porque crea que sea una mujer de 24 años con arrugas y acabada sino por la lección de vida que esas palabras causaron en mi.

Probablemente no vuelva ver a esa mujer, probablemente aquella mujer solo haya observado a una joven cansada por un día tedioso y perturbador, pero lo que a partir de ese día causó en mí fue inspirador…ya no mira el mundo con los mismos ojos…

3 comentarios:

Omar Méndez dijo...

A inicios de la universidad una amiga me contó que unos días atrás trató de regalarle dinero a un niño de 7 años (aprox) que vendía caramelos, una vez que el niño recibió el dinero le extendió la bolsa a mi amiga; ella de forma muy amable le dijo que no quería ningún caramelo.

Ante tal situación el niño le dijo en con voz seria: " yo no estoy pidiendo limosnas, estoy trabajando". Mi amiga hasta el día de hoy no puede olvidar a ese pequeño niño, menos aún la voz seria que ella nunca imaginó podría existir dentro de él.

Anónimo dijo...

paaaaala q triste!

Definitivamente esas cosas quedan alucina!!

Una vez a mi me dijeron: "Señore coja con confianza, no estan envenenados!"

jajaja

Catalina dijo...

Jajaja si estas historias son nfuertes porque de la nada te pasan y te dejan una huella imborrable!! ya les contare mas cosas que me han pasado!! que lindos mis amigos en comentar!!!