domingo, 10 de enero de 2010

Todo inicio es mejor

Mientras recorría entre sus aguas, me olvidé de mi pasado, no recordaba el día y la hora y no atinaba a reconocer a mis acompañantes.

Únicamente me encontraba sumergida y confundida por la majestuosidad de la misteriosa vegetación.

Aquel atardecer me anunciaba no solo el inicio de un nuevo año sino el descubrimiento de una nueva persona. Definitivamente no soy la misma que salió de Lima, regreso inundada de nuevos retos, de reconocerme después de comprender mis errores sentada en una hamaca polvorienta y solitaria.

Volví a imaginarme su rostro, sin embargo, las aguas de aquel caudaloso río se llevó mis recuerdos, esperando que no vuelvan más.

Aquella serenidad me invadió y conquistó, me enamoré de nuevo de la soledad y de mi catarsis.

Tropecé y me hundí en aquel lodo pantanoso, escuché el silencio…

Encontré un murciélago y conversé con una tarántula negra y finalmente aquellas aves me guiaron el camino de regreso… fui exactamente en de regreso, en ese mismo lugar donde recordé mi nombre y mi pasado.


1 comentario:

La Gloriosa... dijo...

Bueno, sirvió de algo entonces el viaje, no te parece? Me alegro entonces que lo otro haya quedado en la selva.

Saludos!!