“Colecciono pronósticos, anuncios y matices, signos, sospechas y señales…” Los años me han convertido en una abogada de profesión. Voy por la vida jugando ese papel, insatisfecha la mayor parte del tiempo anhelando ser distinta. Soñadora por instinto y solitaria cuando despierto. Amante del amor, de la música y del olor a libros viejos. Hoy me confieso antes ustedes mis mejores críticos y compañeros de letras.
viernes, 29 de mayo de 2009
Aprendiendo de tu amistad...
Entre contratos y conversaciones, aprendía de él, empecé a leer sus gestos, a entender sus palabras y sus bromas.
Dice que cree en Dios pero no en cualquier dios sino en el que lo acompaña todos los días el que canta, el que compone, el que sueña y el que toca … aquel con el que comparte poesía y la pasión por la música … si Bob, Bob Dylan…
No duerme mucho, no porque no le guste dormir sino porque prefiere no descansar…las noches son de música y de amigos,
Le gusta tanto viajar como las pastas … aventurero inagotable … sus pies han recorrido Sudamérica y las tierras del Tío Sam tanto como las veces que llego tarde a un lugar.
Sin querer me enseño a disfrutar de la vida, de la música, de ortografía, de sintaxis y de luchar por mis sueños.
Fue un día cualquiera por la tarde … cuando me dijo … te estás convirtiendo en mi mejor amiga … solo atiné a decir gracias y a abrazarlo. Él no comprendió que quería realmente retribuirle todo el cariño, el respeto y la diversión de los días, tardes y noches desde que somos amigos, solamente decidí escribir estas cortas líneas… Tú sabes quién eres, gracias por tu amistad!
jueves, 7 de mayo de 2009
Mi sexto sentido
Mis hombros me pesan por seguir cargando tus sonrisas
Mi oídos solo escuchan las vibraciones del roce de tus labios
Y mi lengua solamente quisiera recorrer las comisuras de tu cuerpo desnudo
Solo te veo en mis sueños, en aquellas eternas alucinaciones
Entre lo ajeno y lo lejano
Mis manos me reclaman la suavidad de tus cabellos y la perpetuidad de tu silencio
Y finalmente mis dedos palpitan por reconocer tu rostro
Y por aterrizar en la realidad de tu mundo imaginario